El basilisco era conocido desde la antigüedad como «el pequeño rey» o «el rey de las serpientes», pues se pensaba que era el peor y el más terrible de todos los reptiles. Plinio el Viejo lo describió como un dragón con cabeza de gallo y una cresta de oro (simulando una corona). En otras ocasiones fue descrito como una serpiente sin alas, pero lo cierto es que, con alas o sin ellas, los basiliscos son horribles reptiles muy temidos por su poder de petrificación.
Basilisco Común
Este basilisco es posiblemente el más conocido. Se trata de un ser híbrido entre un gallo, un reptil y un murciélago.
Las condiciones para que se produzca el nacimiento de un basilisco son bastante complicadas: el basilisco nacerá de un huevo rechazado por la gallina y que no es ovalado, sino redondo. Este huevo debe ser incubado por un reptil.
El basilisco tiene el cuerpo y la cara de un gallo, el cuello y la cola de un reptil y unas feas alas de murciélago. Los machos además tienen cresta y barbas. La cola tiene escamas y está rematada con algunas plumas. Sus ojos tienen un brillo intenso y sobrecogedor.
Estos seres tienen un poder especial: el de convertir en piedra todo lo que tocan. Son por ello unos enemigos muy peligrosos. Si su contrincante no lleva la protección adecuada intentará lanzarse cuerpo a cuerpo y usará su pico para petrificar. Sólo las armaduras de metal resisten su poder. Los basiliscos son inmunes al poder petrificante de otros basiliscos.
Basilisco Saurio
Estos basiliscos son reptiles de tamaño bastante grande, unos 2 metros. Tienen 8 patas, sus escamas son pardo-verdosas y sus ojos verdes brillantes. No son muy inteligentes y sus movimientos son lentos y pesados.
Dentro de esta variedad se encuentran también a los «basilisco-saurios mayores», que tienen las mismas características que los basilisco saurios excepto su mayor tamaño y una inteligencia algo más desarrollada. Son usados frecuentemente para guardar tesoros pues poseen, además de la mirada petrificante, un fétido aliento venenoso. Sus garras también tienen veneno pero más débil.
Pirolisco
Existe otro tipo de basilisco llamado pirolisco, y es aparentemente igual que el basilisco común pero tiene una única pluma roja en la cola. Sus alas también son rojizas. Esta variedad es mucho más peligrosa que el basilisco, ya que su mirada es capaz de prender en llamas a cualquier ser vivo que mire fijamente al pirolisco. Son inmunes al fuego y a la magia relacionada con el fuego. Su enemigo natural es el fénix, el ave mágica que arde en llamas para renacer de sus cenizas.